Artículo #5 del año 3 del Blog (Artículo #485, Donna, hoy cumples años. No está de más dedicarte otra reseña. Aunque sea un tema ajeno a ti, pero ahí va. Feliz día).
Ni yo me hubiera visto así, en mis más salvajes y retorcidos sueños, haciendo una reseña a una película de Warner y DC Comics. Fue un intento repudiable y vacío de crear un universo a las carreras, y a cargo de la gente incorrecta y de ideas equivocadas, que consideraban que los personajes emblemáticos de la editorial merecían ser plasmados como personajes oscuros, enojados, que derramaban sangre y no les temblaba la mano a la hora de acabar con la vida de su enemigo, sin planes, sin consideraciones, ni siquiera entre ellos mismos.
Pero, afortunadamente, todo eso acabó. Zack Snyder, quien parece cada día más desligado del universo fílmico que ayudó a crear, tampoco se ayuda declarando que la gente no quiere despegarse de la idealización de Batman y Superman, lo que usan como argumentos contra sus versiones violentas y resentidas que sin pretexto se pegan entre sí y cometen actos violentos. Eso, y que DC despertó de una bendita vez, y a través de personajes que no son ni el Hombre de Acero ni el Cruzado Encapotado, revela versiones coloridas y frescas de personajes no tan populares como estos dos, pero sí icónicos, comenzando con la Mujer Maravilla, repitiendo golpe con Aquaman, y rematando con el Capitán Marvel. Atrás quedaron esos vigilantes enojados con todos, gente con superpoderes acomplejada que estalla en ira, y que están lejos de ser parangones o figuras a seguir.
Mentiría si dijera que no esperaba una adaptación sobre el Capitán Marvel. Es un personaje que me obsesionaba, incluso cuando ni siquiera sabía como se veía, que la primera referencia que tengo sobre él es una mención en Solomán de Ramón García Domínguez, cuando en una reunión de la Sociedad de Dibujantes de Superhéroes se le nombra, y hasta llega a quejarse de la misión que les proponen para presentar al nuevo superhéroe. Pero claro, ese no era el Capitán, y con esa pequeña premisa pasé hasta que encontré, varios años después, su nombre en un diccionario de personajes y autores de cómic, donde ponían una pequeña reseña sobre muchos superhéroes. Ya con el conocimiento de que le decían Gran Queso Rojo, que el Doctor Sivana era su principal enemigo, y que Mary Marvel y el Capitán Marvel eran sus aliados tuve, sin saber como se veía todavía, pero llegaría el día en que me haría de un tomo de segunda mano de Linterna Verde: Bautizo de Fuego # 2 de VID que incluía la saga Hero Quest, donde Kyle Rayner iba a varias ciudades a conocer a sus respectivos superhéroes para aprender lo que significaba ser un héroe. Uno de esos héroes con los que se toparía sería el Capitán Marvel, campeón de la ciudad de Fawcett, donde Kyle aprendía una valiosa lección, luego de derrotar a un curador de un museo egipcio poseído por el espíritu de un antiguo sacerdote.
Pasarían los años, y me haría de más publicaciones y cosas del Capitán Marvel, y conocería adaptaciones animadas sobre el personaje, y aunque la insistencia de los medios de llamarlo SHAZAM permanecería, aunque hay un error por esa parte, pero que no se podía evitar por cuestiones legales con Marvel Comics, seguí con mi admiración por el personaje, un niño que podía convertirse en adulto, y que, pese a su condición externa, destilaba inocencia y era puro de corazón. Y ya llegó el momento de ver la máxima expresión en lo que respecta a adaptaciones, SHAZAM! Película que fui a ver ayer, que esperaba mucho y de la que quiero hablar enseguida (que si la dejo para después, y con la periodicidad de los blogs, seguro la termino comentando en ¡OCTUBRE!).
Como sabrán, el escritor estrella de DC, Geoff Johns, está a cargo de decir qué funcionaría o no en una cinta de DC/Warner, y al parecer, mucho de lo que hasta ahora vimos en películas anteriores del Universo le debe mucho a él, como la conformación de la Liga de la Justicia donde Cyborg es miembro mientras del Martian Manhunter no se dice nada, y eso no podía faltar en la versión fílmica del Capitán, que se apega más a lo escrito para él por Johns, comenzando con darle a Billy Batson, un joven huérfano y reportero de WHIZ Radio, el trasfondo de joven problemático que huye de los hogares temporales que le asignan por ir tras la pista de su mamá, creyendo que la encontrará algún día luego que esta lo perdiera en una feria cuando era niño. Si bien acepta finalmente acogerse a un nuevo hogar donde vivirán con él varios niños de diversas etnias y condiciones, no ceja en su meta, mientras se hace amigo especialmente de Freddy Freeman, un joven lisiado pero que es aficionado a los superhéroes, un dato relevante para el desarrollo del que será el Mortal más Poderoso del Mundo. Y sí, SHAZAM! es netamente basado en mucho hecho por Johns.
Claro, en contraste a la historia ligeramente trágica y llena de esperanza de Billy, va la historia sórdida, oscura y llena de matoneo de Thadeus Sivana, un malvado investigador-científico-loquesea, que desea buscar la solución a una experiencia que lo marcó para siempre: fue llamado ante la presencia de un hechicero que le ofreció ser su campeón, y al que le otorgaría poderes si demostraba ser puro de corazón. Más se dejó tentar por el poder de las estatuas demoniacas que estaban en la recámara abandonada en la que permanecía el mago, Los Siete Enemigos Mortales del Hombre, y fue enseguida rechazado. Una vez encuentra la manera de volver, y obtener el poder que le ofrecen los Siete Enemigos, Sivana se convierte en un ser superpoderoso con la fuerza de siete demonios feroces, que lo usan como vehículo para ir al mundo de los humanos.
Hasta aquí bien. Se nos ha dejado claro quién es el bueno, Billy, que pese a su actitud de delincuente juvenil e inadaptado, tiene un buen corazón, y todo lo que quiere es ver de nuevo a su mamá, mientras que Sivana es de corazón negro, y solo ansía el poder que se le negó varios años atrás, volviéndose nuestro malo. Y no está mal, ya que como el nuevo Capitán M… perdón, SHAZAM, nombrado así por un mago sin nombre, que le dijo que dijera la palabra, acrónimo formado por las iniciales de una figura hebrea y varias deidades griegas, y quienes le concederían múltiples poderes para enfrentar al mal y todo lo que representaba Sivana, ahora incontrolable por el dominio de los poderes de los Siete Enemigos Mortales del Hombre. Todo bien aquí, cuando nos enseñan que Billy, junto a Freddy intentan descubrir qué poderes tiene él, y se ponen en acción para, inicialmente, hacer buenas acciones con ellos, y luego sacar provecho, esto último por parte de Billy, que todavía no comprende el nivel de responsabilidad que maneja.
Porque sí, mientras con Billy es todo juegos, videos para un canal en Youtube donde se demuestra de lo que es capaz el nuevo superhéroe al que todavía no le ponen nombre bueno, pero sí varios ridículos, para Sivana es ir por ahí, primero vengándose de su padre y hermano, que lo menospreciaban de chico – y aquí va el dato, que es Lionel Luthor en Smallville, que al señor le va bien hacer de padre de villanos pelados- en una escena que se describe sólo como un festín de canibalismo y matanza de los Siete Enemigos con toda la Junta Directiva de Sivana Padre, e intentar dar con el campeón del hechicero.
Y claro, como norma obligatoria ahora, hay easter eggs – que se hacía desde antes, pero ya debe venir ahí para los fans-. Y estos son de todo tipo. Están desde las constantes referencias a tigres, que se pueden ver en lo botones en la capa del Capitán Marvel, el tigre que quería Billy de niño y un tigre estampado en su mochila, que son claros apuntes a un secundario de los cómics del Mortal Más Poderoso del Mundo, el tigre parlante Mr. Tawky Tawny, la aparición de los Hombres Cocodrilo en una de las puertas del recinto del mago, a Mr. Mind, el gusano venusino y mente criminal aprisionado en un frasco, incontables referencias a la película ochentera Big, protagonizada por Tom Hanks, donde este es un niño vuelto adulto gracias a un deseo concedido por un adivino autómata, y que fue el “blueprint”, el “esqueleto”, el concepto inicial para darle forma a esta historia de un niño que se hace grande, y que bien pudo inspirarse en cierto héroe de Whiz Comics hace ya cuatro décadas. Pero las referencias aparte, como ¿un monstruo de la película la Niebla? Y el guardia de pasillo Moran, aunque menores, me hacen preguntarme, ¿Por qué referenciar a La Niebla? Y también, ¿Moran por Mick Moran, el alter ego humano de Miracleman? Pues espero el video de los easter eggs de SHAZAM! Para confirmarlo.
Como sabrán, se presentaron muchos elementos del universo del protagonista, y uno viene siendo su familia. Claro, originalmente la Familia Marvel era un grupo de personajes, todos con trajes similares. Estaban Mary, su hermana, Capitán Marvel Jr. que era adolescente y con traje azul. Los tenientes, un conejo, el tío, que usaba el uniforme, pero no tenía ningún poder, pero acá toman dos elementos que Geoff Johns usó para presentar sus versiones propias del Capitán Marvel, uno que es S.H.A.Z.A.M, un grupo de niños que poseían por separado los poderes de las deidades y juntos podían transformarse en el Capitán Thunder, y el grupo del Cap que Johns postuló para una nueva serie del Cap, donde estos niños son versiones de Marvel a colores. Y no sé si esto se veía venir, ya que hay indicios desde un comienzo, con el mago mostrando que a su trono lo acompañaban otros 5 más, y le concedía a Billy la habilidad de transferir poderes a otros que tomaran su cetro poderoso, mismo que buscaba Sivana para que el Capitán le transfiriera sus poderes – que aunque ya de por sí con los que tenía estaba más roto y le pegaba palizas al capitán-, pero bueno, estos niños que nos presentan, Eugene, el niño asiático y listo, Darla, la chica afroamericana y alegre, Hector, el latino pero serio, Mary, la joven a punto de dejar la preparatoria para comenzar sus estudios, y por supuesto, Freddy, que es el niño con discapacidades. Un grupo que se volverán aliados de Billy, y que manejarán los daños colaterales que el Cap y Sivana vayan causando durante su pelea.
Sobre los actores, no puedo decir mucho de Zachary Levy, no conozco nada previo en lo que participó y tampoco tenía el físico para ponerse en los zapatos del fornido Capitán Marvel, pero lo hace bien. Es espontáneo, alegre, encantador, y refleja esa expresión de asombro que caracteriza a los niños, aparte de que llevaba un traje especial de músculos que le permite disimular el físico que le salva para hacer del capitán. Casi como Tom Hanks en Big. El niño que hace de Freddie Freeman se lleva las palmas por ser prácticamente el cerebro de los dos, un entusiasta de los superhéroes que se sabe los términos relacionados con los metahumanos y sus capacidades, y que lo creo capaz de crear una Wikia de superhéroes en su realidad fílmica, siendo él al que es fácil suponerle que piensa algo malo por la expresión de su cara – cosa que nos hizo el rato en la sala- y lo vulnerable que era en el fondo, al saberse disminuido y menos capacitado que los demás por sus problemas en una de sus piernas. Incluso las discusiones entre Billy y Freddy hicieron que ambos crecieran como personajes, siendo el segundo la “mente fría” detrás del capitán, y quien le exigía que dejara de ser irresponsable con sus poderes, a costo de no volverse un héroe. Darla sin duda fue la tierna, y la niña que más destacaba del grupo, mientras Eugene era el reflejo perfecto de los niños gamer niño rata (?), mientras Pedro era serio, casi pétreo, y Mary la más madura, aunque al final su transformación en Superhéroes sólo sirva para dilatar el enfrentamiento final algo que no me dejó de dar vueltas durante y después de la función.
Ya sobre los actores veteranos, Djmon Hounsou, a quien no se le reveló en los trailers, sombreándosele la cara era el Hechicero, quien bien sabemos que se llama SHAZAM, pero en los créditos no lo mencionan así y ni él mismo se refiere con ese nombre, mencionándole a Billy que diga la palabra, que es una palabra y no su nombre. Y aunque su rol tuvo más peso que su personaje de Korath en Guardianes de la Galaxia y Capitana Marvel, como mentor inicial de Billy, pero que me habría gustado verlo, no sé, en la Roca de la Eternidad, dándole consejos al Capitán. Aunque si lo vemos bien, el Mago no tenía todas con él a la hora de invocar campeones, ya que durante años lo intentó, más no consiguió a ninguno, y si Billy quedó elegido, no sé, es porque ya era el último candidato y era urgente tener a alguien que se pegara con Sivana, que dentro de esa larga categoría de intento y error, fue el peor traspié que pudo dar, al ser indirectamente responsable de las motivaciones del protagonista.
Ya sobre Mark Strong, sabemos todos que le va el rol de villano, repitiendo interpretación de personaje de DC en esta última película del univeros fílmico, y suponiendo que es un científico que usa el poder de la ciencia para hacer el mal. Pues no, nada de eso. A duras penas tenía doctorado y buscaba por el mundo a gente contactada por el Mago para buscar la forma de volver con él y tomar el poder que los Siete Enemigos Mortales del Hombre le ofrecieron de niño. Aquí, claro, carecía de una familia que le ayudara a sus planes, específicamente hijos, y no demostraba ese humor que tenía el Sivana original, que terminó siendo un villano oscuro y codicoso que lo que quería era más poder que el que tenía ya, y que tenía acceso a la ayuda de los demonios, que en ningún momento se llegaron a rebelar, a pesar que lo usaban a él. Pero que vale la pena ver como lo van a manejar en la secuela, y más por una gran revelación que nos enseñaron en la cinta.
Con guiños, la inclusión de una secuencia final de créditos con animación a base de dibujitos que servía de parodia para lo visto en la película y en el resto del DCEU, mientras sonaba de fondo música de The Ramones -¿Dónde hemos visto eso ya?- SHAZAM! Es una película divertida, y la primera película de la nueva oleada de películas de Warner sobre la casa editorial de Superman y Batman que pago para ir a ver. Enseña sobre la importancia de la familia, las responsabilidades, el heroísmo, y aparte divierte. Y me alegra que esta sea una fórmula que el DCEU quiera adoptar para sus siguientes producciones, a pesar que originalmente se optaba por enfocar los esfuerzos de realización de una cinta para Black Adam, y con Dwayne Johnson de protagonista, pero por más sórdido, “traje negro” y rayando en la villanía que sea, el Capitán Marvel merecía su cinta primero. Luego puedes salir en la secuela, Adam.
El Buffet Crítico 