Blog # 80 (Y con éste restan 285 blogs para completar el bonito experimento de un blog por día. Veo mucho uso al Patreon en este último tiempo para que los artistas puedan obtener ganancias de lo que hacen. ¿Aplicará también para el escritor las ventajas de Patreon?).Si me consultan, Julio Verne es el referente más adecuado a la hora de citar tecnología futurista en el siglo XIX, que en su haber la mayoría de sus obras mencionan máquinas increíbles que hoy en día son una realidad. Ojo, que por tratarse de la misma época casi que coincide con el Steampunk, que puede ser hasta empalagoso a veces cuando la mayoría de la gente piensa que sólo va de gente con googles hasta la frente cargando ametralladoras Gaitling. Un producto derivado de esta versión temprana de la ciencia ficción bien podría aplicarse a un autómata cuyo origen y funcionamiento interno son un misterio, y aún así, sin explicación, está al servicio del presidente Lincoln, interviniendo en casos insólitos en los que se requiere sus nada convencionales habilidades. De Mike Mignola para el mundo, The Amazing Screw-On Head/El Increíble Cabeza de Tornillo. 2002 era una época en la que Mike Mignola tenía bastante tiempo para trabajar en cómics -sin labores de consultoría sobre películas basadas en sus cómics que le impidieran empuñar el lápiz-, y para esa época lanzó un One-Shot sobre un robot muy particular que básicamente era cabeza, ya que podía escoger el cuerpo que quisiera – todos ellos eran muy especiales a su manera-, y para él sólo era atornillarse en la ranura del cuello y ya para volver a sentirse completo. Este personaje tan sencillo era hasta patriota, y con tal de defender al gobierno americano de las fuerzas del mal, estaba dispuesto a emplear todos sus cuerpos vacantes para lograrlo. Pero el autómata no estaba solo, que lo acompañan su mayordomo/ayudante, el Sr. Groin, y un perro parlante llamado Mr. Dog, y juntos seguían la pista del repugnante no muerto conocido como el Emperador Zombie, un profesor de lenguas antiguas devuelto a la vida y que sólo busca poder para conquistar el mundo – típicas motivaciones de los villanos-. Y no me creerán si les digo que todo esto iba de una obra de humor, que en ningún momento se toma en serio, y que incluso le valió el Eisner a Mignola a mejor revista humorística.
La primera y última aventura de Mr. Head lo pone tras la pista del Emperador Zombie, su más letal enemigo, que ha robado del Museo de Libros y Papeles Peligrosos un pergamino intraducible que el gobierno americano ansía volver a tener en las manos, aunque no pueda leerse. Con esa misión, y con la bendición del presidente Lincoln, nuestro grupo de aventureros, encabezado (jeje) por el robot protagonista ponen pies en polvorosa para trasladarse con una cápsula tipo “De la Tierra a la Luna” hasta la tumba de Gung el Magnífico, un conquistador que vivió hace diez mil años y estuvo a punto de conquistar el mundo con una extraña joya del tamaño de un melón. Y siendo este artefacto lo que Zombie busca, no se pueden permitir que caiga en sus manos, pero tal vez lleguen algo tarde.Acompañado de un técnico, el Doctor Snap, y una dama vampira, el Emperador Zombie llegará a la tumba de Gung, donde le arrebatará de las manos a la momia del conquistador, que le advierte de su poder, pero que el villano callará a balazos. Y la decepción de encontrar en lugar de la gema a un vegetal viejísimo se aplacará cuando Snap descubra que dentro de la remolacha hay un universo paralelo, al que está a punto de accesar. Y eso tal vez le cueste la vida.Pero Screw-On Head les cae desde el cielo, luego de sobrevivir a la artillería del ejército de muertos vivientes del Emperador, que se va del lugar como si allí no hubiera ocurrido nada, sin su remolacha, sin el Doctor Snap, y sin su consorte vampira – que tiene el curioso gag de convertirse en murciélago cuando algo le asusta, y ha huído-, y dejando al mundo a merced de un semidios reptiloide salido de algún relato hibóreo. Sin embargo Screw-On Head deja en claro que es un tipo duro- como el metal que lo compone-, y se hará cargo de la criatura.Mr. Head ha sobrevivido a duras penas de la explosión, y por cosas de la vida, el ancla de la nave del emperador se le clava en el pecho y se lo lleva volando, dándole la oportunidad a nuestro héroe de vencer al putrefacto villano. Y gracias a que su cabeza es independiente de su cuerpo, llega al dirigible de su enemigo, y la hace estallar.Luego de sobrevivir a la explosión de la nave, la cabeza del robot es felicitada por el presidente, y hasta el final Mignola se mantiene en su posición de dejar el origen del robot en el misterio. Y si esperaban que profundizara en su historia de origen como lo hizo con Hellboy, pueden sentirse desde ya decepcionados.De Screw-On Head se vería más adelante que haría parte de un recopilatorio de one-shots de Mignola llamado “The Amazing Screw-On Head and Other Curious Objects”, y un piloto para la televisión donde Paul Giamatti le daría voz al robot con sentido del deber, pero de ese tengo preparada una reseña aparte. Y ya que he cumplido con informarles sobre el cómic, pronto abordaré el episodio piloto basado en la historia de tan magnífico ingenio mecánico.