“Bwah-hah-hah, feliz navidad”: Batman TAS, Navidades con el Joker.

Blog # 103 (Y con éste restan 262 blogs para completar el bonito experimento de un blog por día. El episodio de los Simpsons, “La Misión del Libro” contó con la participación de Neil Gaiman, Que seguro para convencerlo para estar en el episodio, antes los de FOX tuvieron que drogarlo).

No logro distinguir muy bien al Joker aquí, ¿Es que está sentado sobre un dálmata o algo así?

Retomo en el blog las reseñas navideñas luego de hacer una pausa para hablar de un tema de actualidad. Y para volver al ruedo, nada mejor que dejar atrás el recuerdo del “Batmaffleck” de Batman v Superman: Dawn of Justice por el Batman con voz de Kevin Conroy de Batman, La Serie Animada. Esta serie, lanzada en 1992 por la cadena FOX y producida por Warner Bros Animation, es considerada como legendaria, además que es el primer pilar del universo animado de DC Cómics, y es considerada como una de las mejores series animadas de todos los tiempos, sólo quedando detrás del Superman de la Fleisher en el conteo de mejores series animadas basadas en cómics. Creada por Paul Dini y Eric Radomsky, dio origen a una colección de cómics (Batman Adventures), películas, y a diversas secuelas que incluso catapultaron al héroe de ciudad gótica al futuro (Batman Beyond). Por época de navidad, me parece más que apropiado, aparte de la introducción que acaban de leer, un episodio dedicado a la navidad, donde el Joker – cuya voz la hacía Mark Hammill en aquel entonces- decide hacer de las suyas para darle a Ciudad Gótica y a Batman una navidad inolvidable.

¡Y también tendrá villancicos!

El episodio no pierde tiempo para introducirnos en la historia del mismo, que en los primeros dos minutos nos pone al Joker aprovechando que en el Asilo Arkham arman la decoración navideña para escapar – y es que quieren poner a los locos más locos poniéndolos a desenredar los cables de las luces-. Y a ritmo de un villancico donde el Arlequín del Odio asume que Batman huele mal y que Robin puede poner huevos, el árbol de la prisión se lo lleva volando lejos gracias a una turbina de cohete en su base, recordándome aquella vez en la serie de Batman de los 60´s donde el Sr. J escapa de la cárcel gracias a una base de campo de baseball con un resorte que lo impulsa fuera de los muros del claustro. Mientras, en la Baticueva, ni Batman ni Robin se percatan del escape del Joker, que el Joven Maravilla asume que este año la navidad va a estar calmada, porque hasta los criminales van a pasar Nochebuena. Pero Batman, que es más de prevenir antes que lamentar, decide echar una ronda por la ciudad, al tiempo que acepta la condición de Robin de pasar la fiesta con cena y con Una Vida Maravillosa de Frank Capra si la ciudad no los necesita.

Y el hombre de chaqueta verde estuvo a unas fracciones de segundo de llevarse una “bati-paliza”, pero afortunadamente Batman alcanzó a percatarse de que el hombre le quería devolver un paquete a la señora.

Luego de comprobar que ni una infracción menor ocurre en su ciudad, Batman deja de lado su identidad y vuelve a ser Bruce Wayne para pasar navidad con su protegido Dick Grayson y Alfred. Y justo cuando van a disponerse a ver una repetición de Una Vida Maravillosa, se dan cuenta que los canales han sido intervenidos por el Joker, quien tiene preparado un especial navideño presentado por él. Y lo que sorprende es que ha escapado la misma noche, y tenía hasta el último detalle listo, como si sus secuaces desde fuera se encargaran de concretar todo para que su jefe hiciera su espectáculo, como un tanque de Papá Noel que aplasta autos en la calle, y el estudio de grabación donde el Guasón presenta su programa.

Y aquí el “acartonado público” del programa.

Luego que Batman pone manos a la obra para dar con el paradero del Joker rastreando el suministro de la red eléctrica de la ciudad, parte de inmediato con Robin para cancelar su transmisión permanentemente, que sigue a través de una pequeña pantalla en el Batimóvil. En el estudio, el joker admite ante las cámaras que no tiene familia con quien pasar la navidad, pero eso no es nada que no pueda suplir con tres invitados especiales a los que ha raptado para hacer su nueva familia perfecta, que son: el comisionado Gordon, la reportera Summer Gleeson, y el detective Bullock, que harán de su familia de repuesto, y que está dispuesto a entregársela a Batman – una vez que “considera” que las familias son muy aburridas- si viene por ellos antes de media noche, que de lo contrario los tres no pasarán de esa noche con vida. Pero no será una misión de ir y recoger para Batman, que su némesis le tiene preparados varios obstáculos para hacer inolvidable esta aventura.

Según el Joker, Gordon es el papá, Summer Gleeson es la mamá, y Bullock es el bebé.

Como el programa del Joker destaca sobre todo por su variedad, nos presenta a “Risitas” un duende que es su mano con un guante unido a un sombrero y un cuerpecito de muñeco, y que muestra a las cámaras una maqueta de Ciudad Gótica, que será el obsequio del Joker para Batman. Risitas confiesa que le gusta hacer estallar los puentes, y con esta afirmación deja claro que éste será el primer obstáculo en el camino de Batman para que no pueda llegar a media noche para salvar a los rehenes. En pantalla, Joker da la orden para volar el puente, y gracias a que le han sacado el bastón de dulce de la boca, Summer Gleeson exclama que su madre va en ese tren, a lo que el Joker confiesa que le ha hecho gracia porque será más divertido cuando se caiga.

Por la voz aguda de Risitas me hizo algo de gracia, que el Joker es un monstruo, pero con carisma.

Ante el desafío impuesto del Joker, Batman y Robin van hasta el puente ferroviario y suben a él para separar los vagones de los pasajeros del vagón principal para ponerlos fuera de peligro y sacar al maquinista, yendo solamente a parar al abismo la locomotora del mismo. Batman ha pasado la primera prueba de la noche. ¿Pero estará listo para las demás?

Esos dos funcionan bastante bien como “Dúo Dinámico”.

Frustrado porque Batman y Robin han logrado superar su reto, el Joker vuela en pedazos a la audiencia de cartón de su programa, que pronto estará por cortar transmisiones, ya que Batman da conque el mismo se transmite en el Observatorio Gótico. Una vez llegan, los recibe una cabeza de Joker gigante que sale de una caja de sorpresas que anuncia su muerte, poco antes de activar el modificado telescopio del observatorio, preparado por el villano para ser un cañón teledirigido que comienza a dispararles.

Con tanta imaginación, el Joker debió ser guionista de dibujos animados y no villano motivado por su propia locura.

El cañón se descontrola y dispara a todo lo que esté en el rango de proximidad del observatorio, lanzando cañonazos a puentes, a la ciudad, incluso a la antena de transmisión, que interrumpe momentáneamente el programa. Batman y Robin se dividen en dos grupos, y mientras el encapotado distrae la atención del cañón sirviéndole de blanco móvil, su protegido entra al observatorio, esquiva unos maniquíes de Joker con cañones de pistola en sus dedos que le disparan a quemarropa, y destruye la consola del telescopio para detener sus ataques.

Y los maniquíes tienen la risa del Joker, que él es alguien que gusta del sonido de su propia voz.

Luego que resulta que el programa no se emitía en el observatorio, Volviendo al especial navideño del Joker, Batman ve la siguiente pista que le arroja el villano, que luego de hacerle destapar a Summer Gleeson un regalo, toma la muñeca dentro de la caja– que es Betty Boop según él, pero que guarda poco parecido con el personaje- y la pone a andar en una maqueta de Ciudad Gótica, donde tumba todos los edificios. Ya enterados, ambos se dirigen a la fábrica que elaboró la muñeca, Laffco, que ahora está abandonada, y se preparan para lo que sea que el Príncipe Payaso del Crimen les tenga preparado.

Y el Joker es alguien a quien le tiene sin cuidado la tradición de abrir los regalos después de Noche Buena.

Una vez ponen un pie en Laffco, el Joker despliega una armada de soldados de plomo gigantes, que poco o nada le duran a los héroes – que seguro eran “Made in China”- una bandada de avioncitos automatizados con pilotos Joker que Batman y Robin acaban de forma imaginativa – a los batazos- y esquivan la ráfaga de balazos de dos secuaces del Joker que les disparan con ametralladora en mano desde arriba. Superado el obstáculo final, se dirigen al último escenario del especial del villano para enfrentarlo.

Y ahí es cuando uno maldice que los juguetes vengan con las “Baterías Incluidas”.

El Joker permanece con tijeras en una mano y un “bati-regalo” en la otra, dispuesto a cortar la cuerda que mantiene suspendidos sobre un crisol de plástico fundido a Gordon, Gleeson y Bullock, y amenaza a Batman con mandarlos ahí si antes no abre su regalo. Ante la advertencia de Robin que no lo haga, el justiciero le insta a que deje de lado la preocupación. ¿Pero será una ráfaga de gas Joker, una bomba, o el dispositivo para activar alguna trampa mortal lo que encontrará ahí dentro? No, nada parecido, que si el Joker le tenía preparado algo especial, era un clásico de la comedia tipo slap-stick, un pastelazo dado por un resorte.

Un pastelazo, porque Batman TAS era una serie que no temía dejar de lado su lado serio.

Luego de unas cuantas carcajadas, el Joker rompe su promesa – nunca se fíen de la palabra de un villano, dirán cualquier cosa con tal de lograr su objetivo- y corta la cuerda, y luego de limpiarse el merengue del paste, Batman logra atajar a tiempo a los tres antes que caigan en el plástico fundido. El Joker aprovecha para escapar, y en su huída, pisa un patín que alguien dejó por ahí, y cae hacia el crisol, del que Batman lo salva por un pelo al agarrarlo por una de sus piernas, mientras le desea una feliz navidad.

Es curioso como en un momento, el Joker está suspendido de cabeza sobre el crisol, y al siguiente está casi que tocando el plástico caliente.

Con la crisis terminada, Batman y Robin vuelven a adoptar sus identidades civiles para pasar el resto de la velada viendo finalmente Una Vida Maravillosa gracias a que el Comisionado Gordon una vez libre, les presta la película. Bruce Wayne ha podido ver la cinta finalmente de inicio a fin, y al Joker le espera pasar navidad en un rincón oscuro de su celda en Arkham con una camisa de fuerza, y al final de un torcido villancico compuesto por él, nos desea feliz navidad.

Lo que siempre destacaré de esta serie, era que no tenía prejuicios a la hora de contar una historia, que si bien compartía elementos con el Batman de Tim Burton, exponía bastantes elementos del Batman de los setentas, y eso se pudo ver cuando en la trama se adaptan sagas y situaciones de esa época, como sus enfrentamientos con la Cabeza del Demonio, Ra´s Al Ghul, y adaptaciones a historias posteriores como el Pez Sonriente. Una serie que vale la pena revisitar, siempre que se quiera escapar del Batman de los últimos tiempos con su voz áspera y armadura “High Tech”– tanto por el lado de Bale como el de Affleck, y el “Baticonejo Robot” de los cómics- para volver al vigilante nocturno valiente, listo y cauto que no era tan infalible como lo es ahora.

Ver a Batman sonreir y ayudar a Papá Noel con sus entregas sería considerado hoy como una rareza.